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Vol 2. • Act XXXIII -33- •「Overgrowth Level」







ACTO XXXIII: [FRAGMENTO DE GUERRA]
<Acto número 33, volumen número 2>

Hoy he vuelto a verla. Mi corazón se estremece con solo pensar en su suave piel desnuda danzando bajo la palma de mi mano, si solo pudieras verme, ¡si solo pudieras saber cómo me siento...!

Pero no pasará, ella es una démica que trabaja en el escuadrón del prestigioso Leopold-sama mientras que yo solo soy un guardia iniciado común. Mi desesperación aumenta con los días y cada vez noto que mi mente se cae un poco más en la oscuridad. Por favor, Emi-sama, abráceme, pégueme, ¡haga de mi impuro cuerpo su campo de entrenamiento...!

Haaaa.... Fuuuu.... Hmmmm.... Solo imaginarme la escena hace que mi nobleza de caballero se endurezca como si fuera metal. M-más, mírame más por favor. ¡Fumu, así, tu fría mirada es capaz de levantar mis más ocultas pasiones-!

Al principio solo me conformaba viéndola desde lejos mientras entrenaba. Recientemente he conseguido el valor de acercarme y hablar con ella, a pesar de que parece una persona tan dura en el exterior, es tan simpática... ¡Mi corazón casi salta de mi pecho cuando me dedicó esa pequeña sonrisa!

He ido escribiendo cartas en silencio y dejándolas encima de la recepción cuando hay menos movimiento, como sé que pasarían desapercibidas las he puesto en un sobre de color beige para que se distingan de los blancos pero, a su vez, no resalte demasiado como para levantar sospechas. Esa idiota de la recepción parece que entrega las cartas que se le dan de forma automática al chico que entrega el correo y no lo revisa.

Bueno, no es como si tuviera que hacerlo, al fin y al cabo el correo es privado y es ilegal revisar su contenido sin el permiso de la persona al que va dirigido.

Al principio me conformaba con escribir una o dos cartas, pero últimamente dudo si mis cartas llegan a sus manos, así que escribo muchas más. He pasado de usar una o dos a escribir más de 30 en un solo día, las entrego directamente en zonas distintas y algunas las paso por debajo de su puerta asegurándome de que nadie me vea.

Desde que llegó ese estúpido hombre de armadura plateada, ese tal Hiro, su expresión afable se ha distorsionado de una forma horrible. Su sonrisa ha sido borrada y solo veo dolor en sus ojos, definitivamente ese hombre ha hecho algo horrible. No permitiré que alguien hiera a mi Emi-sama de ninguna forma posible.

Ayer pude comprobar mi teoría. Estaba apunto de acercarme y hablar con Emi-sama para formalizar nuestra relación, su mirada me aprobó hace ya mucho tiempo así que su cuerpo seguirá después. Haaa.... Esa piel...... ¿Ha? ¿Han chocado ese descarado Hiro con Emi-sama? ¡¿Quién se cree que es?!

Parece que Emi-sama al pasar por su lado le golpeó con el hombro mientras él escribía algo en su ridículo cuaderno. Cierto, ese [Héroe maldito] no podía hablar y la única forma que tenía de comunicarse era mediante esa libreta de [Lenguaje universal]. Mucho. La mira mucho. La ha mirado demasiado. Está claro. Quiere algo. Busca algo. Algoalgoalgoalgoalgo. ¡Algo!

Parece que Emi-sama y ese tal Hiro no se llevan bien, me siento aliviado por esto. He dejado más cartas de lo común preguntándole como está, si se encuentra bien y si quiere que haga algo con ese estúpido. No recibo respuesta, parece que sabe quién soy pero tiene vergüenza de hablar conmigo, ¡e-eso es amor....! ¡Haaaaaaaa! Esta noche aliviaré mi nobleza pensando en nosotros.

Cada día su rostro está más deformado en la expresión de la preocupación pura, algo parece rondar su cabeza y no es bueno. Como su buen príncipe azul que soy, buscaré ese foco y lo exterminaré. Parece que tuvo un problema con uno de los chicos con los que entrena de forma casual, la han llamado "ser impuro"... Haaa.... Te has atrevido a faltarle al respeto a mi dulce Emi-sama.......

Cuando llega la noche, paso por detrás de la recepción y con una cara de inocencia pido a la recepcionista del Cuartel que me habilite el cuarto 18 de entrenamiento. Necesito hacer que dejen de sospechar de mí mientras realizo mi plan. Da la casualidad de que está vacío, así que paso por las habitaciones de entrenamiento y cierro ligeramente la puerta de la habitación 18. Claro está no se activará, pero mientras la gente piense que hay alguien ahí estoy bien.

Nadie está mirando, así que cuando entorno la puerta de la sala 18 camino por el segundo piso donde, según creo, ese hombre está alojado. Paso por las habitaciones con sigilo, no quiero que la gente vea que estoy aquí. Paso tras paso, me acerco más a mi objetivo. Ahí veo la puerta, esa parece ser.

Llamo ligeramente con disimulo para que no se oiga demasiado, un molesto "voooooooy" me confirma que ese bastardo está allí. Cuando me abre, pone una expresión confusa y me pregunta qué hago aquí.

― Haaaa... ¿Es usted el caballero Rikku?

― Sí, ¿a qué se debe esta visita tan inesperada, etto....?

― Perdóneme. Mi nombre es Yer.

― ....Nombre poco común, ¿tus padres son de orígen humano?

― B-bueno, soy humano aunque mi padre tuvo una aventura con una elfa oscura. Yo nací de mi madre humana, así que soy totalmente humano aunque la gente aún crea esas tonterías de que soy mestizo.

― Bueno, perdona que haga esas preguntas así que, ¿qué querías Yer?

― ¿Puedo pasar? Traigo algo de parte de Emi-sama.

Lo he dicho, ya no hay vuelta atrás.

El hombre me mira de arriba a abajo y con una ligera sonrisa me deja pasar. Cuando entro, cierra la puerta y veo su increíble habitación llena de lujo. Esta es la diferencia entre un guardia iniciado y un caballero de élite. Su cama parece tener una textura tan cómoda como la de una nube, sus muebles tienen un color rojizo exquisito y desde luego, lo que veo allí en su escritorio son un montón de papeles y una pluma gigantesca. ¿Estaría escribiendo algo?

― C-con permiso.

Entro y el hombre me ofrece algo para beber. Estoy seguro de que si no hubiera ofendido a Emi-sama él y yo habríamos sido buenos amigos. Niego el ofrecimiento y Rikku vuelve a sus quehaceres escribiendo la carta e ignora mi presencia.

― Bueno, no es que no agradezca visitas, y más de alguien tan apuesto como tú Yer pero tengo cosas que hacer así que por favor, sé rápido con tus palabras.

― Ha sí, por favor permítame que saque la carta.

El hombre deja de escribir y me mira mientras hago que busco algo. Tardaré un poco para que se aburra de mirarme y cuando se gire... Su cuello será cortado.

Mi rostro parece nervioso pero a diferencia de lo que planeé, parece que sigue mirándome con una estúpida sonrisa. No sé por qué, me parece que mi plan está saliendo mal. Sigue mirándome, maldita sea deja de violarme con tu sucia mirada.

El hombre al final se cansa de mirarme y carraspea con un "bueno, ¿la encuentras o....?", respondo de forma instantánea con un "sí, deme un segundo, tengo muchas cosas en el inventario" mientras pre-selecciono la daga de [Veneno de acción rápida]. Cuando se gira resignado, camino dos pasos y saco el arma de forma instantánea.

Un corte limpio en el cuello. Un chorro de sangre sale disparada de la vena yugular hacia la pared donde estaba dirigida su posición escribiendo la carta que ahora queda ilegible por la cantidad de fluidos carmesí danzando por todas las direcciones.

A pesar de que le he cortado el cuello, le dio tiempo a girarse y golpearme con éxito. El veneno y el desangramiento actúan de forma casi instantánea y el golpe no me hace gran cosa, pero me daña lo suficiente como para hacerme sacar una mueca de dolor a la vez que caigo al suelo.

― ¡Gggggghhh....!

Intenta hablar, solo salen burbujas de su cuello al intentar pronunciar palabras. Me acerco con una sonrisa tranquila y susurro algo a su oído mientras se arrodilla buscando fuerzas.

― Emi-sama le envía saludos.

― Ggghghh......

Sus rodillas hincadas en el suelo pronto abandonan su punto de tensión y cae boca abajo contra el suelo. El golpe ha sido seco y seguramente más gente vaya a venir después de esto. Decido hacer como si hubiera sido un robo y desaliño la habitación, rompo algunos objetos con cuidado de que no hagan mucho ruido y robo algunos objetos de valor que después enterraré en alguna parte.

Mi cuerpo está lleno de sangre por la salpicadura. No había pensado en eso así que decido salir con cuidado de la habitación, dejarla un poco abierta e ir a la mía. Allí me cambio de conjunto y guardo dentro de mi inventario el conjunto ensangrentado que he usado para impartir justicia.

Lo hice. Ya está, hahahaha. ¡Hahaha! ¡Fumu! ¡Restauré su orgullo, Emu-sama! Esta noche soñé con ella de nuevo y en mi sueño ella me sonreía tan dulcemente que casi deshacía mi corazón.

Al día siguiente, la noticia de un asesino en el cuartel se filtró rápidamente. Todos fuimos investigados para ver si habíamos visto algo, realmente Rikku no tenía enemigos y todo les pareció demasiado rápido y casual. Al final se cerró como un  horrible asesinado por intento de robo y se inició una búsqueda de pistas, pero no dieron con nada de utilidad.

Todas las sospechas se fijaron temporalmente en el héroe idiota, Hiro. Quizás podría hacer que él cargara con la culpa, así también desharía un peso del corazón de Emi-sama al saber que ese estúpido quedaría de por vida encerrado. La cosa es que este accidente sucedió cuando el héroe estaba en una misión, ignoro cuál o qué motivo así que mi descuido no permitirá mancharle en este asunto, por el momento.

Hoy llegaron dos de los guardias que acompañaban junto a la recepcionista a ese idiota de Hiro. Su rostro estaba ensangrentado y no paraba de gritar cosas mientras escupía con asco. Espera, ¿le faltan dos dientes? ¿Será que han fracasado en su misión y ellos son los últimos supervivientes?

Escucho la historia. Parece que le gastaron una broma al héroe Hiro y éste les devolvió la moneda. Le obligó a comerse pan con tierra y les amenazó de muerte. Ese hombre es peligroso, Emi-sama está en peligro con esa.... cosa cerca. He de defenderla, sí, eso es. ¡He de defenderla de todos! Al fin y al cabo, ¿quién más que yo comprendo su alma?

Esperaré a que vuelvan de su misión. Rezaré porque su fracaso sea inminente y me ahorre una acción innecesaria. ¡No quiero manchar mis manos de sangre si otros pueden hacerlo por mí! De todas formas, mi previsión me indica que debo trazar un plan por si tiene éxito y vuelve con vida.

Mi idea era hacerme su amigo poco a poco e invitarle a algo después, muy difícil debido a que ese tal Hiro tiene fama de ser muy seco y rechaza todo tipo de ayuda. No parece alguien sociable, además de que el no hablar me impide saber qué tipo de estado de ánimo tiene. Mi segunda idea era hacerme el inocente y ganarme su compasión, invitarle a algo después. El querer invitar a ese idiota tiene un motivo y es poder envenenarle, no creo que necesite manchar mis manos más de lo que debería si hay un veneno que puede acabar con ello.

Unas cuantas horas después, veo que llega la recepcionista corriendo y con algo de sangre. No es que me importe demasiado si esa perra muere, pero en este caso parece ser una buena noticia, si ella viene sola es que todo ha... Espera, ¿qué está diciendo?

...

Todos quedan mudos ante sus palabras. Habla de todo lo que hay en el campo de batalla, de cómo ese... 'héroe' estaba... disfrutando mientras mataba... E-eso es enfermizo... Por un momento, mis piernas tiemblan con fuerza al pensar lo que puede hacerme si descubre mis intenciones. Definitivamente debo hacerlo de una forma en la que no sospeche.

Un tiempo después de que la recepcionista volviera, proceden a traer a los esclavos que parecían tener la expresión del horror en sus rostros. En un carro con varias mantas de color blanco traen algo, parece que son los cadáveres de los bandidos. No veo ningún preso, ....¿no quedó ninguno? Soy capaz de ver a Emi al otro lado de la entrada cuando dejaban los carros por la parte posterior del Cuartel, su expresión parece ser difícil de leer. Haaaa... No se preocupe, mi dulce Emi-sama, yo la protegeré de todo. Incluso si eso significa tener que destripar personalmente a ese bastardo.

Necesito un veneno que se encargue de ese bastardo, pero necesito uno rápido y que no deje secuelas en el sistema para que nadie sospeche. Pido el resto del día de descanso con la excusa de que la escena me ha mareado. Parece que muchos guardias han hecho lo mismo, unos por ser la verdad y otros por conseguir un día de descanso pagado.

Paso por el distrito Este durante las siguientes horas y cruzo a través de los barrios démicos. Hay un pequeño gremio de ocultismo que vende potentes drogas, ya sean alucinógenas, venenos o afrodisíacos. A pesar de que esto último me tienta, compraré solo el veneno.

El hombre de raza elfo oscuro me mira con una sonrisa y me tiende el veneno de acción rápida, le pago con tres monedas de plata mas una adicional para mantener su boca sellada. Parece que entiende que su uso no será para experimentar con la [Alquimia], así que asiente con un gesto.

Antes de irme, el hombre me advierte sobre la cantidad mínima para que el organismo se deshaga de las evidencias sin que se quede. Eso será muy útil, gracias Elfo-san.

Salgo del pequeño gremio de ocultismo y giro por el callejón por donde he venido. Alguien me llama la atención.

― ¿No es un poco triste intentar liquidar al gran Hiro-sama solo con veneno?

Un nudo en el estómago se forma, me giro con rapidez buscando con la mirada el foco de voz. Es una voz masculina, una que no he oído jamás. Nervios, saco el arma y apunto hacia todas las direcciones. Mi daga de color gris claro estaba aún impregnada con un poco de sangre seca, pero no me molestaba por eso de momento.

La voz se dirige hacia mí. Una figura hermosa sonríe a través de las sombras del callejón.

― Baje eso, puede hacerse daño. No vengo a detenerle.

Por algún motivo, incluso en esta situación, su voz parece inspirar confianza. Al revelarse veo una figura bien formada, con músculos bastante notables, ojos castaños claros y un pelo tan largo que parecía irreal, uno de los mechones bailaba poco a poco tapándole uno de los ojos. Ciertamente era un individuo bastante intrigante, su voz era tranquilizadora así que bajé un poco el arma.

― ¿E-entonces qué quiere?

Hablé con algo de miedo. Parece que el hombre me sonríe con ternura y se acerca. Saca algo del bolsillo de su pantalón de tela con formaciones púrpuras y me entrega algo en la mano cerrándolo ligeramente.

― Quiero ayudarte. Nuestros objetivos son similares. Tú quieres apartarlo, yo quiero recuperarlo.

El objeto que puso en mi mano era algo parecido a una pequeña cruz afilada de un tipo de cristal endurecido. Era totalmente rojo y al contacto se volvía cálido, notaba una fuerza extraña en él, tanto que por un momento me dio miedo.

― Qué signif-

Antes de responder, el hombre me despliega una amplia sonrisa nuevamente y susurra algo.

― Si estás en un aprieto, úsalo. Se llama [Fragmento de guerra], sé que le sacarás partido.

Tal como dice eso, una brizna de aire mece mi ropa y la brisa refrescante hace que su figura se vuelva un humo transparente haciéndolo desaparecer.

Me quedo mirando unos segundos la situación, tan irreal como inequívoca. Guardo el cristal en mi inventario y, con esas últimas palabras, cambio mi rumbo.

Al volver compro algunos trozos de [Pan] y [Bayas de perineo] que son dulces y evitarán el amargor del veneno. Es un líquido, solo debo aplicar dos gotas en cada [Baya] y unas pocas en el [Pan]. No tardo en ir hacia la habitación del monstruo y llamar. Por el camino he podido encontrarme con gente caminando a toda prisa, parece que hasta la recepcionista vive cerca ya que la he visto pasar a mi lado a toda prisa. Un ruido al otro lado de la puerta me devuelve a la realidad, parece que ese monstruo me ha oído llamar.

Calmo mis nervios e intento pensar en el porqué hago esto. ¡Es por ella! ¡¡Por ella!!

• • •

[MOKU]

Después de lavarme el cuerpo y cambiarme las ropas, noto que el pesado día sobre mis hombros se ha aligerado de sobremanera. Decido dirigirme hacia la habitación de Leopold-sama para hablar sobre este asunto. Sé que él puede dar una solución al asunto, aunque sé que intenta hacer movimientos con Emi y ella no quiere, pero esto no es una cuestión de amor o de principios, es un acosador y parece que se está volviendo más insistente.

Emi lleva aquí unos cuantos días, un poco más de 10 podría añadir, para la cantidad de cartas que he visto es simplemente ABSURDA la velocidad a la que escribe ese individuo. Tampoco puedo descartar que sea un fanático o fanática en busca de aprobación. Al fin y al cabo, ella es la heroína en la que todos querríamos transformarnos. Retó al [Rey demonio] y juró que lo mataría, en frente de todos.

Retar al [Rey demonio], yo no habría tenido la fuerza o el coraje. Supongo que el saber que la vida de alguien importante para ella podría haber acabado por culpa de ese sujeto... Como pensé, el amor es un poderoso hechizo.

Camino por el pasillo del segundo piso sin prestarle atención a los demás. Choco accidentalmente con varios de los guardias que van a sus habitaciones buscando algo, a pesar de que aún es de tarde la gente quiere descansar un poco antes de volver a sus quehaceres.

Mi mirada de repente se detiene en un hombre que parece estar delante de la puerta del hombre de latón. Eso es raro. Quiero decir, ¿quién querría hablar con él después de todo lo que ha sucedido? Pelo negro corto, ojos del mismo negro y aspecto desaliñado. No parece tener mucho músculo, pero tiene cara de ser alguien con recursos, ¿habrá ido a pedir algo?

Recupero mi tren de pensamientos e ignoro esa situación. Pocos metros más allá está la puerta de Leopold-sama. Llamo con fuerza y una voz perezosa me habla al otro lado, después de decirle que soy yo me abre y entro con prisas.

No tengo mucho tiempo de disculparme, parece que está vestido con ropas para salir. Sus ropas de servicio suelen ser llamativas pero las que usa como civil son bastante normales, siempre me imaginé que iría lustroso con todo tipo de prendas caras y conjuntos destellantes.

Intento decir todo lo que quiero de golpe, mis palabras se atropellan. ¡Maldita sea, reacciona! ¡Me doy una bofetada para calmarme! Leopold-sama me pone una mano en el hombro y frunce el ceño. Parece que ha entendido que es algo grave.

― ¡Eh eh eh! ¡¿Qué sucede?!

― Em-aco-le-¡ah!

Me doy una segunda bofetada, más fuerte que la primera. Duele, pero estoy seguro que ni la mitad que le dolería a Emi si ahora me callara y dejara que todo sucediera sin más. Consigo respirar,  y después de una lucha conmigo, dejo salir las palabras en el orden correcto.

― Emi está sufriendo un acoso. Al principio pensé que eran cartas de un admirador, pero tiene un cajón lleno de ellas. La.... las cartas cada vez tienen cosas más tétricas escritas.

Eso último me lo inventé. Quería que se actuara lo antes posible, si no decía algo que pudiera poner en peligro su vida estoy seguro de que no tratarían con seriedad el asunto. Para mi sorpresa, Leopold-sama se pone un tanto pálido y su mano se retira de mi hombro, de golpe murmura algo como "por los dioses" y retrocede un paso sentándose en la cama.

― ...¿Qué sucede.... Leopold-sama?

― ......Hay que encontrar a Emi. Ya.

― .... ¿Qu-?

― ¡Vamos!

Su grito me hace dar un pequeño salto. Algo en su rostro me aclara que hay un problema con todo esto, como si se hubiera dado cuenta de algo demasiado tarde. Mi respiración se entrecorta mientras pienso si realmente hice bien en contarle esto. Perdóname, Emi, pero no quiero que sufras más por culpa de gente así.

Leopold-sama vuelve a hablar, esta vez mucho más serio.

― Hace muy poco, alguien que tenía mala relación con Emi fue asesinado. Pensamos que fue un robo, pero... ¿Por qué iba un ladrón a entrar al Cuartel de la Ciudadela Dram, en la base Sur únicamente para robar cuatro objetos de valor dudoso...? ....Maldita sea....

Mi sangre se hiela. ¿....Asesinado? ¿Alguien.....?

― E-entonces...

― Emi está en peligro. Si yo fuera un psicópata obsesionado, lo primero que haría sería separar a la gente que más quiere y más odia.... Teniendo en cuenta que su relación es muy tajante con la mayoría de gente, ¿a quién podría odiar tanto Emi como para que ese individuo actuara? Por el momento debemos avisar a los generales.

¿A quién puede odiar....? ..... E-espera.... E-espera un momento.... ¿No..... puede ser....? Mi expresión hace que Leopold-sama me mire fijamente y retuerza las cejas en forma de desconcierto.

― Oe, recepcionista-san, ¿estás o no aquí? ¿qué sucede?

Mi boca pronuncia algo.

― Hiro-sama.

― ¿Cómo?

― Emi odia a Hiro-sama desde que tuvieron una conversación en el primer piso del Cuartel, delante de la recepción. Odiarlo es decir poco, no soporta verlo.

Noto el silencio tajante en el ambiente. Me da miedo el pensar qué significa este silencio. Mi mente de golpe recuerda el evento.

― A-antes he visto a un hombre entrando en la habitación de Hiro-sama...

― ¡¿Qué?! Como era, ¡descríbemelo!

Cuando estoy a punto de decir nada, escuchamos un fuerte *POOOOOOOOOOOOM* proveniente de unas habitaciones más allá. Los dos pegamos un sobresalto y salimos corriendo de la habitación, cuando miramos hacia el origen del ruido vemos la puerta de Hiro-sama destrozada y alguien que está sangrando en la pared que había delante.

Es el hombre que había entrado antes. Pero... ¿qué es eso que tiene en la mano...?

• • •

Cuando Yun había conseguido algo de paz, la puerta sonó con un atronador ruido. Su mente divagó sobre si debía o no abrirla, al fin y al cabo, quería descansar un poco hasta que su regeneración hubiera completado su vida. Gaemi miró la puerta como si no fuera a abrirla y puso su característica actitud de "¡no me importa! ¡yo soy una dama de las alturas, no haré actos tan mundanos como abrir puertas!". Yun realmente disfrutaba en silencio aquellas conversaciones tan absurdas, le hacían olvidar por ciertos momentos su fatídico destino.

Decide abrirla, podría ser Emi para hablar con él o Moku con información sobre la siguiente misión, esto último es bastante raro debido a que las misiones se las encomienda directamente el joven que lleva la caballería de élite.

Al abrir la puerta, un hombre de aproximadamente 30 años sonríe forzadamente. Su desaliñado pelo oscuro y sus ojos negros perdidos le indicaban que posiblemente no estaba allí por placer, seguramente le habrían enviado a entregarle o decirle algo y había sido el chivo expiatorio.

Con un gesto, Yun le indica pasar. El hombre suelta un "gr-gracias" mientras camina nervioso al interior de la habitación. Después de carraspear, Yun escribe un ' ' ' ¿Querías algo? ' ' ' y el hombre responde con rapidez.

― V-vengo a entregarle algo de parte de Emi-sama.

Sus ojos se abren un poco más. Aquél hombrecillo se había ganado la atención del joven aprendiz de Héroe. Se cruza de manos esperando que entregara lo que tenía que entregar.

El hombrecillo saca algo de su inventario y después de unos segundos se lo entrega. Yun alarga la mano y ve que es un trozo de [Pan] con algunas [Bayas de perineo]. Yun suelta una risotada débil y escribe algo. Cuando termina coge dos [Bayas de perineo] y las inspecciona de cerca.

― ' ' ' Gracias. ' ' '

Se levanta un poco el casco e introduce las dos bayas hacia su boca. Las degusta ligeramente y las traga sin pensarlo mucho. El hombrecillo le mira mientras su sonrisa fingida cada vez baja más y más hasta un rostro de confusión. Yun espera un poco más disfrutando el momento, saca la libreta y escribe algo.

― ' ' ' Delicioso. Realmente el veneno le añade el toque de amargura necesario para que no se vuelva empalagoso. ' ' '

El hombrecillo lee la nota y rompe en sudores fríos. Su voz tartamudea mientras Gaemi mira indiferente la escena desde un rincón, con su forma [Invisible].

― ¿A-a-a-a qu-qué se r-r-refiere......?

Yun escribe algo más. Cuando se lo enseña, su rostro se vuelve pálido.

― ' ' ' Tengo una habilidad de resistencia al veneno. A pesar de su bajo nivel, es suficiente para neutralizar venenos de baja potencia. Puedo inspeccionar objetos, lamento indicarte que el [Veneno de acción rápida] no funciona en mí. Bueno, lo habría hecho en grandes cantidades. Calculaste una dosis para una persona normal. ' ' '

El hombre saca de golpe la daga con la intención de acabar rápidamente con el asunto. Yun carga el brazo y aplica un poco de fuerza. Un *POOOOOOOOOOOOM* suena y manda al hombrecillo a volar hacia la puerta, destrozándola y haciendo que el cuerpo del hombre se quede incrustado en la pared que había detrás de la puerta.

El sonido hace que mucha gente salga de sus habitaciones y miren de dónde ha procedido el sonido. Al ver al guardia en la pared, no tardan en sacar armas y buscar a Yun como el culpable, el instigador de la situación.

Yun usa [Presión] y hace que todos sientan su cuerpo tan pesado que no puedan moverse. Varios "¡cerdo traidor! o "¡bastardo, aliado del rey demonio!" llenan las bocas de la gente que, iracunda, ven al joven aprendiz de Héroe como el malo de la situación.

El hombre ahora clavado en la pared nota como sus costillas habían sido destrozadas, sus pulmones estaban ensangrentándose y su pecho poco a poco iba volviéndose frío. Su fin estaba cerca así que se la jugó todo a una carta y sacó ese extraño [Fragmento de guerra] de su inventario.

Sí, ese [Fragmento de guerra] brillaba como si fuera el mismísimo sol. Mientras Yun caminaba lentamente disfrutando la situación de pánico de su objetivo, no se fijó en este detalle pensando que sería algún tipo de arma.

Una voz femenina, la de Gaemi, le alerta gritándole de forma mental.

― "¡NO DEJES QUE USE ESO!"

Yun desconcertado mira la figura en forma de cruz con púas al final sin comprender qué es. Antes de poder inspeccionarlo con su [Ojo de Serpiente], el hombre se apuñala ese extraño cristal en el estómago con fuerza. La sangre brota de forma rápida mientras que una risotada obscena sale de los labios del anteriormente casi muerto hombrecillo.

― ¡Haa.... Haaaaaaaaaaa........!

Gritos lascivos, como si el recibir esa puñalada hubiera sido un pequeño orgasmo, llenaban el pasillo. Yun frunció el ceño e invocó a [Argael] para finalizar a aquél hombre antes de que algo malo pasara. Cuando cargó hacia adelante con su espada, un resplandor de luz púrpura salió del cristal y lanzó a Yun con una fuerza descomunal hacia atrás destrozando la pared de su habitación y acabando en el otro pasillo con ello.

― AGH.

El ruido de los labios de Yun le confirmó que había cometido un error colosal: tratar a todos sus objetivos como si fueran inferiores. A pesar de sus monstruosas estadísticas, un millar de situaciones pueden acabar con él. Su descuido había creado una situación caótica.

Cuando Yun abrió los ojos recomponiéndose del impacto, la figura del hombre no estaba allí. Por consiguiente, escuchó gritos desgarrados viniendo de fuera del Cuartel. Su ahora pesado cuerpo se desplazó con velocidad por las escaleras y, dejando la [Presión] liberando a todos los apartó a empujones intentando llegar al piso inferior.

Lo que vio hizo que su cuerpo se estremeciera. Una criatura carnosa de 20 metros llena de bultos sanguinolentos y piel roja. No había rastro de pelos y un montón de ojos parecidos a los de un insecto brotaban de sus manos, rodillas y cabeza. Una cola parecida a la de un dragón llena de púas de distintos colores adornaban también la parte posterior de la cabeza.

Tenía un estómago colosal que se movía de forma asquerosa con cada movimiento. Su boca, ahora situada en la parte superior del estómago, daba gritos llamando a una persona. Solo una.

― ¡¡EEEEEEEEEEEEEEEMI-SAMAAAAAAAAAAA!!

Yun entrecerró los dientes con fuerza. Algo le decía que aquél combate no sería fácil.


¡Oyaho~!

Por algún motivo, hemos conseguido en 1 mes más seguidores que en los últimos 4. No sé qué decir, la verdad es que es increíble todo esto. Mil gracias a todos, ojalá podamos llegar a mucha más gente para demostrar que el señor cliché-san puede trabajar en una obra sin destrozarla.

¡Mis más sinceras gracias-!

¡En Facebook más~! ¡Si se comparte la novela, más rápido!

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¡Nos vemos en Myriad!


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Vol 2. • Act XXXIII -33- •「Overgrowth Level」 Vol 2. • Act XXXIII -33- •「Overgrowth Level」 Reviewed by Irizu-san on 21:59 Rating: 5

4 comentarios

  1. Respuestas
    1. Por cierto felicidades por los nuevos seguidores, creo que se debe también al incremento de capítulos, pero los que entren 1 vez se quedan para siempre jajaja.

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¡Yahooo~☆! Agradezco mucho tu comentario~♡♡ Todos son leídos y contestados en menos de 1 día, Te-hee~☆ ♡♡

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