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Vol 1. • Act XV -15- •「Overgrowth Level」



Arrastraba los pies como si estuvieran llenos de plomo. Aun que su ascenso de nivel hubiera recuperado sus puntos de vida y maná, no había curado las heridas de sangrado que seguían debilitando el cuerpo de Yun.

― No deberías hacer eso, acabarás malherido.

Una voz extraña masculina habló desde su espalda, cuando se giró pudo distinguir una figura algo más delgada que la de él. Ambos se miraron durante unos segundos en silencio, sus ojos estaban muy marcados por ojeras y su cabello castaño ondulaba muy suavemente por algunas brisas que conseguían colarse por la frondosa espesura del bosque. Yun notó cómo aquella brisa calmada traía consigo mismo un aroma a dulce, si la tranquilidad pudiera tener un olor, posiblemente sería aquél.

La figura caminó en línea recta hacia Yun sin ningún tipo de miedo ni prisa.

― No tengo ni el tiempo ni el ánimo de jugar a las adivinanzas, ¿quién eres?

Escupió Yun entre dientes esperando aquella respuesta que no parecía llegar. Ante la pregunta, la joven figura aceleró el paso y le posó una mano en la cabeza.

― Me disculparás, pero por el momento no puedo responder a esa pregunta.

― ¿A qué estás...?

Las heridas de Yun poco a poco fueron desapareciendo a la vez que en su retina pudo leer el mensaje indicando que los efectos de sangrado habían desaparecido.

― ... ¿Esperas que agradezca este gesto de lástima?

― No, no será necesario.

Yun entrecerró los dientes y caminó en dirección contraria al joven.

― ¿Cómo se siente el ser un juguete?

Como si hubiera tocado una sensible fibra, el aprendiz de Rey Demonio se detuvo.

― ¿... qué?

― Ara, ¿acerté? No podía ser de otra forma, no eres más que una herramienta que cambia de manos. Primero fue la chica de la que estuviste enamorado, después de una diosa manipuladora, ahora estás en las manos de esa princesa engreída, ¿quién viene después?

Como si un vendaval gélido hubiera congelado su posición, ni un ápice de movimiento podía verse en el cuerpo o la expresión de Yun.

― Yo...

― Patético.

― No soy patético...

― ¿Prefieres lamentable?

― He dicho que no soy...

― ¿Quizás ambos te definen mejor?

― ..Cá... cállate...

― Haaa... Eres una total pérdida de tiempo.

― He dicho que te calles...

― Allá donde vayas, solo eres una herramienta. Condenado para siempre, en tu mundo y en este, en la vida y en la muerte...

― Cállate...

― Siempre solo, siempre traicionado, siempre vagando. Eso es el significado más puro de patético, Yun.

― ¡¡¡¡He dicho que te calles!!!!

El grito hizo que un viento abrupto meciera las hojas secas del suelo alrededor de Yun. La joven figura sonrió apaciblemente y cerró los ojos por un momento.

― Recuerda algo, si quieres reír ríe, si quieres llorar llora, pero al final solo te estás engañando a ti mismo. Tú no eres así, Yun. Siempre has sido un buen chico.

Yun inhaló una bocanada de aire mirando el cielo por unos instantes y sonrió débilmente, como si sus preocupaciones ahora fueran motas de polvo que se lleva el aire hacia unas tierras lejanas que jamás conocería. A medida que esto sucedía, su aspecto volvía a ser el de siempre. La figura sonrió y fue desapareciendo gradualmente dejando a Yun en aquella posición. Los árboles que le rodeaban eran ahora solo preocupaciones menores.

Nada más importaba, ¿verdad? los arbustos secos dejaron de moverse al compás de la brisa poco a poco.

Una pequeña amiga del joven aprendiz de Rey Demonio se acercó a él lentamente, aquella cría de araña parecía no temerle al chico que bajó la cabeza y volvió a moverse poco a poco.

― ¡Chiiiiiiiiuk!

Yun se quedó mirando la joven cría que lo llevaba siguiendo desde que entró en aquél lúgubre lugar y, lejos de horrorizarse o asquearse, le acarició la cabeza con suavidad.

― ¿Me has estado siguiendo...?

― ¡Chiiik!

Respondió con un chillido que él no podía identificar.

― Siento preguntarte esto, ¿pero eres capaz de entenderme?

Empezó a saltar, lo que él asumió que era un sí.

「Has obtenido una habilidad: Raíces animales (rango 1)」

「Has obtenido una habilidad: Corazón druídico」

Aun que Yun leyó este pequeño cartel flotante ante sus ojos, lo ignoró mientras intentaba obtener algunas respuestas.

― Entonces ¿serías capaz de decirme por dónde se ha ido esa gente?

La cría de araña reclinó sus extremidades y miró hacia una dirección.

― Por ahí ¿eh? Muchas gracias pequeñín, has sido de mucha ayuda.

Yun retiró la mano de la cabeza de la pequeña cría y empezó a correr hacia aquella dirección, el animal tras ver esto le persiguió a una distancia moderada mientras ambos se dirigían hacia la zona sureste del bosque.

 • • • 

Ni quince minutos habían pasado desde el incidente de la emboscada de lobos cuando el grupo de elfos decidió tomar un pequeño reposo. Los pocos hombres que habían escapado estaban malheridos y algunos mantenían la consciencia gracias a ciertas habilidades de curación del padre de Sera.

Todos se dejaron caer en el suelo, algunos decidieron usar como punto de apoyo los árboles y otros buscaron rocas con formas más o menos planas.

Mientras los supervivientes organizaban los pocos víveres que les quedaban, Sera miraba la dirección en la que habían venido corriendo. Sin lágrimas, sus ojos enrojecidos eran la muestra de haber visto las atrocidades más grandes de su vida en poco más de unos segundos. Aquella presión se sumó a sus hombros los cuales ya estaban caídos en su morena piel.

Sacó de su bolsa de cuero una pequeña cantimplora hecha de un cuero endurecido y atado con unas cuerdas de lino trenzadas para darles una durabilidad más alta, bebió un poco de un líquido cristalino azul antes de volver a guardarlo. Su padre se acercó sentándose a su lado.

― ¿Qué tal estás?

― ¿Cómo...?

Cogió una bocanada de aire y lo exhaló con lentitud, disfrutando la sensación de tranquilidad que el momento les brindó.

― Yo... lo siento. Sé que querías que le ayudáramos, pero tenemos que pensar en nosotros por ahora. Juro que cuando todo esto termine, oraré por su alma y rezaré porque los espíritus del bosque le guíen hacia una vida mejor.

― ... Aún así ...

Un pequeño sollozo escapó de su garganta.

― Vamos, a tu madre no le gustaría verte así. Ella habría querido que te hubieras mantenido digna, como siempre. Ese hombre nos ayudó porque quería que saliéramos con vida, si nos hubiéramos quedado, su sacrificio habría sido en vano.

Un cálido abrazo rodeó el gentil cuerpo de Sera. Le rodeó una sensación de protección, aquella que solo la gente con familia puede comprender, una sensación de ser irrompible.

Uno de los elfos alertó en voz alta que algo estaba yendo en su dirección, todos se alzaron en pie y sacaron unas lanzas acabadas en filo el cuál era de un color verdoso oscuro.

Y entre ramas y arbustos, Yun apareció.

Todos, malinterpretando el gesto del joven que unos minutos antes les salvó la vida empezaron a conjurar algo, pero Sera gritó que todo el mundo se detuviera.

Sus miradas se cruzaron una vez más.

Sera intentó pronunciar palabras, pero sólo le salían monosílabos sin significado. Su padre se puso delante de ella con una expresión difícil de leer. Con el ceño fruncido, se acercó al joven con lentitud sin armas desenfundadas.

― Está...

― Estoy.

La chica seguía intentando crear palabras, pero como si hubiera perdido las palabras, algo parecido a onomatopeyas salían de sus pequeños labios.

― Yo.. si... lo sie... nto...

― 'Recuerda algo, si quieres reír ríe, si quieres llorar llora.'

― ... ¿Quién eres...?

― El mayor idiota del día.

Sentenció mientras el silencio reinaba una vez más en los bosques.

 • • • 

Una sonrisa extraña convulsionó de los labios de Gaemi, que observaba desde su pequeño trono celestial la escena. De golpe, habló.

― [¿Cómo va su evolución?]

La figura que le respondió era la misma que había consolado a Yun hace escasos minutos, se sentó en el reposa brazos del trono de oro blanco y apoyó la espalda en una pared translúcida que se creó tras de él.

― [Es difícil de decir. Aún sigue considerándose humano, tiene sentimientos que interfieren con sus acciones. No está desarrollando su verdadero potencial, es una lástima en ese aspecto.]

― [... ¿pero?]

― [... Pero es gentil.]

La figura que animó minutos antes a Yun sentenció esto último con una gran sonrisa.

― [No se podía esperar otra cosa de él.]



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Vol 1. • Act XV -15- •「Overgrowth Level」 Vol 1. • Act XV -15- •「Overgrowth Level」 Reviewed by Irizu-san on 22:22 Rating: 5

12 comentarios

  1. Esto de alguna forma me da mala espina....
    Gracias por el cap

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    1. ¡A ti por pasarte por aquí! Como de costumbre, es un placer leerte :)

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  2. Tan rapid@ como siempre. Aunque este capítulo se me ha echo un poco raro. No sé cómo especificartelo pero lo intentare. Yo creo que es a la hora de los acontecimientos, yo a veces me lio porque los encuentro muy espontáneos. Quiero decir, que no me puedo imaginar la situación del protagonista actual bien. ¿Entiendes lo que digo? Bueno, en realidad no me escuches que a lo mejor me estoy equivocando y soy yo x). De todas formas me ha gustado el CAP ¡gracias!

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    Respuestas
    1. Buenas! Entiendo lo que quieres decir, la descripción general de la situación escasea aquí, veré si puedo mejorarlo en futuros capítulos, fallo mío!

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  3. haa mueren o no?
    Jajaja
    Gracias por el capitulo

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  4. Muy buen capitulo , como siempre jaja . Gracias!

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  5. la parte ...su sacrificio habría sido en vano... era para que salga el prota de entre losa rboles y le diga hdp ya me das por muerto xD

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  6. buen dato ya no es humano, gracias por el capítulo.

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¡Yahooo~☆! Agradezco mucho tu comentario~♡♡ Todos son leídos y contestados en menos de 1 día, Te-hee~☆ ♡♡

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