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Vol 1. - Act I -1- •「Overgrowth Level」

仕事量 01 Vol. 01

"Frío. Los huesos se sienten ahora tan frágiles como si una palmada en la espalda pudiera quebrármelos. Hah, fui un auténtico imbécil, otra vez. Por última vez."

Las palabras de Yun iban apareciendo en su mente mientras sus labios cubiertos en sangre daban una impresión como si su cuerpo rechazase sus propios fluidos. Alzó la vista mirando aquellas tres figuras que, en pánico, se gritaban unos a otros. A un lado, se podía diferenciar una mujer en forma fetal sujetándose la cabeza y gritando en llantos una y otra vez una serie de palabras que no tenían sentido alguno.

― ¡Lo hemos matado! ¡Esto será un auténtico lío! Hay que llamar a la policía, a una ambulancia, ¡a lo que sea!

― ¡Cállate! ¡¿Puedes imaginarte en qué problema nos podemos meter por esto?!

― Haaa... ¿y si lo dejamos como... si fuera... un accidente?

― ¡¿Quién creería que han apaleado a alguien atado al tronco de un árbol y ha sido un accidente?!

Mientras seguían los incesantes gritos de desesperación, Yun intentó pronunciar palabras sólo para ser seguidas de un borbotón de sangre. Aquél fue el último aliento del joven que acto seguido abandonó el mundo de los vivos.

【2 DÍAS ANTES】

Yun Hanakawa, 17 años. Un joven de nacionalidad mixta entre raza asiática y europea, su físico extremadamente extraño causó confusión entre todos los compañeros de escuela que tenía. Pelo rubio y corto, figura delgada y sin demasiada fuerza física, ojos azul cielo que palidecían al contacto de la luz. A pesar de tener una altura promedio, daba la sensación de ser más alto por la figura tan delgada que poseía. Aún con todos esos rasgos característicos, un símbolo en forma de cruz atravesaba su mejilla llegando al mentón, causa de un accidente de tráfico con sus padres cuando era más joven. 

A pesar de que las bromas empezaron siendo cosas tan mínimas como esconderle los lápices o libros, acabó con cosas más peligrosas como recibir golpes a la salida de la escuela para desahogarse de la rabia acumulada de tres pequeños bribones.

Aun que intentó por todos los medios detener esto, nadie sabe cómo de peliagudas son las situaciones de abuso escolar, cualquier opción que para un adulto parecería razonable a él le parecían un suicidio adelantado. El miedo se coló en sus huesos y, aquél joven que inicialmente tenía un carácter amable y tranquilo, terminó siendo transformado en un ser manejable y asustadizo.

― Haaa... Maldita sea, otra vez recibí una amonestación del director.

― Fufufu... Déjame adivinarlo, ¿te vieron fumando?

― Cállate maldito punk pervertido, por lo menos a mí no me vieron haciendo cosas peores en el baño de mujeres.

― ¡¿Qué has dicho, intento de pedófilo?!

― Calmáos los dos, me provocáis dolor de cabeza.

Y como si alguna existencia superior se burlara del destino del joven Yun, pasó por delante de los matones en el momento cúspide sin darse cuenta de que estarían frente al pasillo. Aun que normalmente Yun odiaba todo lo relacionado con la escuela y lo que allí había, sólo un motivo le hacía levantarse por las mañanas y forzar una sonrisa a su hermana y padres: Ilexa Basatti, una chica de 17 años descendiente de familia italiana que emigró a Japón por los negocios de su padre. 

Mientras que los demás estudiantes ignoraban a Yun, Ilexa parecía tener algo más de compasión y en muchas ocasiones charlaba con él. 

Los matones habían estado viendo estas situaciones y, aquél preciso día, decidieron tramar la broma más grande que jamás había conocido esa escuela, es por ello que al día siguiente se pusieron en marcha para buscar a solas a Ilexa.

Sólo quizás, si ese día Ilexa se hubiera negado, todo habría sido diferente.

No, definitivamente habría sido diferente.

Por alguna razón extraña, aquél día los matones no aparecieron para molestar a Yun, tampoco vio a Ilexa, cosa que si en parte le alegró, también le creó una sensación desagradable en la mente, como si todo fuera distinto ese día.

― Yun-kun, ¿...estás aquí?

Ilexa le esperó a la salida para hablar con él. La conversación fue bastante corta, le pidió quedar en un bosque cercano para hablar de algo importante, el corazón de Yun dio un vuelco mientras asentía.

― "Media hora, media hora... ¿Qué querrá hablar conmigo? Como sea, será la primera vez que hablemos fuera de la escuela..."

Más de treinta minutos habían pasado mientras Yun estaba apoyado en el tronco del árbol, mirando a todas las direcciones para ver si venía. Cinco minutos más e Ilexa apareció.

Después de disculparse por la tardanza, ambos caminaron por el bosque mientras el silencio hacía presión en el joven. 

― ¿Qué querías hablar?

― Sobre eso... quería pedirte un favor.

― ¿Qué... favor?

― Por favor, cierra los ojos primero.

Yun, el cuál tenía el corazón apunto de explotarle cerró los ojos con fuerza deseando de todas las formas posibles que aquél momento llegara.

Como si un dios se burlara de él nuevamente, dos brazos le sujetaron por detrás con mucha fuerza, cuando Yun abrió los ojos pudo ver el rostro de dos de los matones riéndose como locos. Ilexa por su parte miró al suelo con una cara mezclada entre vergüenza y tristeza.

― ¿Hoooo? ¿No te preguntas el por qué? - sentenció uno de los matones limpiándose las lágrimas de tanto reírse...

Ilexa habló por primera vez después de aquél momento de risas.

― Si no lo hacía... Me harían lo mismo a mí... 

Después de oir aquello, su cara se desfiguró de formas que nadie pensaba posibles. Por primera vez en mucho tiempo, algo más explotó en su interior. Un sentimiento desagradable, oscuro y turbio. La rabia poco a poco fue consumiendo su ser hasta que, mientras los tres compañeros reían, se agitó violentamente deshaciéndose de la sujeción del rufián que le tenía preso por los brazos por atrás.

Tras soltarse, sin saber cómo, lanzó un puñetazo directamente a la cara de uno de los matones, rompiéndole la nariz. Tras esto, el cómplice lo sujetó de nuevo y le ataron en la base del árbol con una cuerda de hilo.

― ¡Maldita escoria! Esta vez no te irás con sólo unos moratones. ¡Mira qué le has hecho a mi cara!

Derechazo tras derechazo, los puños aterrizaban en la cara de Yun el cuál no podía protegerse de la cantidad de golpes que le llegaban desde todas las direcciones. Aun que al principio los matones le acompañaban con alguna que otra patada, pronto vieron la realidad e intentaron detener al matón. 

Vol 1. - Act I -1- •「Overgrowth Level」 Vol 1. - Act I -1- •「Overgrowth Level」 Reviewed by Irizu-san on 15:19 Rating: 5

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