MCSM - Capítulo 16: El sentimiento de expulsión, aquí sentencio

<Martial Clone Spell Master>

Capítulo 16

EL SENTIMIENTO DE EXPULSIÓN, AQUÍ SENTENCIO
<Capítulo 16>

Nadie del clan Hao podía mirar ya a los ojos al joven Xin Hao por órdenes del patriarca, no solo eso además fue humillado de tal forma que nadie podía hablar con él nunca más. Los días pasaban mientras Xin Hao se mantenía en la soledad de su alcoba aumentando su cultivo en silencio. La gente tenía miedo y respeto a partes iguales del pequeño monstruo que demostró tener habilidades ocultas y muchos se sintieron heridos de no haber podido ver ese poder con anterioridad.

Muchos con lenguas sucias insinuaron que pidió prestado el poder del gremio Carmesí o, en el peor de los casos, haberse unido al clan Niebla Oscura. Con todo este movimiento, el patriarca pidió a Xin Hao su presencia en la habitación donde los sabios se reunían.

"Xin Hao, has desobedecido mis órdenes. Además eres portador de una terrible reputación y estás acusado de ser miembro directo del gremio Carmesí. Por esto el día de hoy yo te exilio de los dominios del clan, ¡desde hoy ya no eres un orgulloso portador del apellido Hao!"

Xin Hao no mostró ningún rostro de sorpresa, es más, lo que le sorprendía era poder haberse quedado durante tanto tiempo en el clan. Él sabía en su interior que no podía hacerse aliado de gente que anteponía sus intereses a su familia.

"¿Así que el patriarca me está expulsando del clan?"

"¡Así es!" respondió con un grito el patriarca bien lleno en carnes mientras su expresión se endurecía por momentos. Los demás ancianos miraban con satisfacción la decisión del patriarca excepto la anciana que siempre había cuidado de él, que parecía haber oscurecido su rostro y miraba únicamente al suelo.

"¡Entonces me iré sin decir nada más!" sentención Xin Hao con determinación mientras se daba un golpecito en el pecho con fuerza.

"Me alegra que puedas afrontar la expulsión con honor, ¡al menos te reconoceré eso-!" decía con algo más de optimismo el patriarca pero, antes de decir nada más, Xin Hao habló de nuevo.

"Aunque si mal no recuerdo, los ancianos me deben un favor. ¡Lo que yo quisiera, si mi memoria no falla".

Uno de los ancianos se puso del color del hígado mientras por dentro maldijo a toda la generación de Xin Hao mil veces mientras, con una sonrisa mal aparentada miraba al joven asintiendo poco a poco.

"Quiero que mis guardias permanezcan aquí como miembros, ¡y que la paga que yo recibía se le dé sin ninguna excepción! Además no se unirá en matrimonio a Lian Hao ni tampoco a Chie Hao contra su voluntad."

"¡¿Qué petición absurda es esa, tú mocoso mal educado?!"

Xin Hao sonrió maliciosamente mientras encogía los hombros.

"¿Así que el clan Hao no puede cumplir las promesas que sus ancianos hacen públicamente? ¡Es una auténtica decepción! ¿Cómo afectará esto al pobre prestigio del clan...?"

Los ancianos empezaron a hablar enfadados pero por un momento, recordaron que aquél chico parecía tener a un gran experto marcial de su lado así que sus voces se fueron silenciando hasta que el patriarca, rojo de ira, asintió sin mucha más opción.

"Tú ganas mocoso. ¡Ahora lárgate de mi vista o me haré un traje con tu pellejo!"

Xin Hao asintió y, con una leve reverencia, sus pasos se dirigieron hacia la salida donde una puerta doble de madera cerrándose dio fin a la conversación. Las voces alegres dentro de la habitación solo podían ser confundidas con éxtasis al saber que por fin se habían liberado de su peor miembro y que podrían ahora aumentar su fuerza y honor en varios escalones sin ningún problema.

Los pies del joven artista marcial fueron rápidos hacia su alcoba donde guardó todos sus materiales, libros y ropas en un anillo espacial que compró en el mercado tiempo atrás. Aunque no tenía un espacio muy grande, le servía para manejar la cantidad moderada de objetos. Cuando terminó de guardarlo todo, fue rápidamente a buscar a Sally.

La noticia había sido dispersada con tanta rapidez que hasta Xin Hao encontraba difícil creerlo. Sally había guardado todos sus objetos en una bolsa de cuero y parecía esperar en una de las puertas del clan Hao. Cuando sus mirada se cruzaron, Sally corrió rápidamente hacia él.

"¡Señorito!"

Antes de que Sally consiguiera darle un abrazo, Xin Hao la detuvo con una mano en alto y una sonrisa amarga en su rostro.

"¿A dónde te diriges con esa bolsa de cuero de allí...?"

"Si el señorito se va, ¡nosotras también lo haremos! Mis compañeras están abajo esperando órdenes, ¡cualquier lugar con el señorito será el único donde yo quiera estar!"

Aunque Xin Hao se vio profundamente movido por sus palabras, su sonrisa amarga solo aumentó la presión del momento.

"Sally, no puedes venir conmigo. Debes quedarte aquí y vivir bajo tu propio nombre."

"¿Q-qué está diciendo el señorito...? ¿Es posible que se haya aburrido de mí?"

"¡No digas tonterías! Escúchame, ¡ahora eres libre! Convencí a los miembros del clan para que te aceptaran como un miembro, ya no debes órdenes a nadie. Aquí tendrás una vida cómoda."

Sally no parecía haber mejorado su rostro mientras sus manos se debilitaban del abrazo y caían sin fuerza hacia abajo.

"¿Por qué me abandona...?"

Xin Hao suspiró, entendía que ella pensara así, pero él no podía ocuparse de nadie en ese momento.

"No te abandono, volveré a por ti cuando tenga la suficiente fuerza y entonces, no serás nunca más mi guarda, serás mi mujer, solo debes esperar a que mi fuerza sea mayor."

Sally miró a los ojos a Xin Hao mientras aquellas palabras eran el detonante de su pequeña esperanza. Con los ojos cristalinos y los labios bajos, soltó palabras como "¿lo promete?" mientras suplicaba por sus palabras.

"¡Yo, Xin Hao, prometo que volveré!" dijo con una sonrisa algo más calmada.

"Yo también me volveré más fuerte, todas nosotras lo haremos.. ¡Por favor no se olvide de nosotras!" soltaba Sally algo más alegre mientras se despedía con la mano ligeramente a la vez que Xin Hao se alejaba por la dirección por la que había venido.

Él no se despidió de Lian ni de Chie, prefirió que ellas mismas quedaran alejadas de la situación y en unas pocas horas el joven artista marcial salió del clan como un exiliado. El mundo parecía más brillante aquél día y un montón de ideas asaltaban la mente del joven, ahora que era libre de su clan él podía crear su propio clan donde crecer oculto de todo el mundo.

Aunque para mucha gente esto sería una locura, él no lo veía más que como el primer paso a su éxito y el principio de su venganza contra el Heraldo.

La noticia del problema con el clan Alma de hierro se habían extendido también por Ciudad eterna y los clanes aliados habían puesto en su lista negra al clan Hao hasta que se dio a conocer la expulsión de Xin Hao. El clan Alma de hierro pronto tomaría acciones pero mientras esto se iba creando, él debía desaparecer antes de que nada pudiera pasar. Así que desapareció de la vista de todos y vistió aquellas túnicas que anteriormente le habían dado mala reputación.

Xin Hao preguntó a los guardias y pronto supo que para iniciar un clan propio necesitaba de la aprobación de por lo menos otros dos clanes o, por lo menos, tener ciertos honores en Ciudad eterna.

Con una sonrisa muy amplia, preguntó qué tipo de organizaciones podía crear sin necesidad de permisos y supo por parte de la chica de grandes pechos que le atendió que las organizaciones privadas que un ciudadano podía crear sin aprobación previa eran los gremios comerciantes.

"Los gremios comerciantes son asociaciones que se benefician de uno o más productos con el fin de obtener una compensación económica positiva. Los gremios comerciantes no están ligados a Ciudad eterna pero podrían recibir honoríficos si su presencia aumenta el bienestar de la ciudad."

"¡Perfecto! Querría registrar un gremio comerciante, por favor."

"¿Está seguro?" la chica miró con sus ojos color miel al joven cubierto en túnicas negras y tragó saliva suspirando. Un gremio comerciante era bastante difícil de formar ya que la inversión inicial de monedas águila de oro era demasiado alta para simplemente soltarlo así sin más.

"¡Sí! Indíqueme el precio por favor."

"Bien, si aún desea formarlo serán 1000 monedas águila de oro que podrá pagar en cuotas flexi-"

"¡Lo pagaré ahora mismo!"

"¿Eh?" dijo la chica pensando que había oído mal. Cuando Xin Hao sacó esa horrible cantidad de monedas águila de oro delante de la joven recepcionista, los ojos de la mujer se hicieron platos sin perder ni un segundo de vista aquella cantidad de monedas.

"¿Q-qué..? ¿Cómo...?" decía tocando las monedas con la superficie de la mano dudosa de que fueran falsas. Al comprobar que eran auténticas, su mandíbula solo pudo ceder más de su agarre mirando la joven chico.

"Por favor, registre el nombre de Gremio comerciante viento del destino."

"Ah... ¡Ahora mismo! ¿A qué nombre debo registrar la propiedad...?"

Xin Hao miró a la mujer dudoso. Él no quería liberar su nombre así que con una sonrisa más o menos débil soltó las palabras que definirían su nueva identidad.

"Ye Wu. Maestro Wu."

Con ese nombre, el auténtico nombre de su maestro, su determinación de remediar todo lo que sucedió en el pasado se había vuelto sólida como la voluntad de un león.

"¿Qué actividades realizará el Gremio comerciante viento del destino?"

Xin Hao sonrió mientras sus ojos brillaban con intensidad.

"Todas las que puedan sacar beneficio."

"Honorable Ye Wu necesita decir una principal. Lo que después haga el gremio comerciante podrá ser descrito en los documentos de comercialización."

Xin Hao entendió esto y sonrió.

"Alquimia."

"Bien, ¡con esto todo estaría listo! Su gremio comerciante viento del destino está creado. En unos días necesitaremos que nos dé más información como número de miembros, ubicación y otras cosas más. Gracias por utilizar nuestros servicios." decía la joven belleza moviéndose alegre con las monedas en el mostrador. En otro plano Xin Hao habría ignorado aquellas voluptuosas montañas moviéndose sin control pero en aquél cuerpo su ardor interior solo hacía que devorarle por dentro.

Su siguiente paso sería obtener un edificio donde poder establecerse y empezar a cultivar. Había oído que pronto habría una competición por los permisos de comercialización de un tipo de material y él, gustosamente, participaría en ese combate.

COMENTARIO DEL AUTOR
 [IRIZU-SAN]

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COMENTARIO DEL EDITOR

[PHOENIX]

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