Vol 3. • Act XIV -14- •「Overgrowth Level」

<Acto número 14, volumen 3>

ACTO XIV: EL COLOR DE LA SANGRE
<Acto número 14, Volumen 3>

Varias noches habían pasado desde el último encuentro de Yun con Yukia o Emi, él prefería no tener que contar todos sus pasos ya que podría tardar demasiado tiempo. Por la presente, decidió empezar a reunir las piezas desfragmentadas de su memoria, el pasado que le perseguía y no podía conectar. Gaemi por su parte no podía contarle mucho más así que simplemente intentó recordar sin mucho éxito.

No podía tener consigo la sensación de que él podía ser un dios y, desde luego no se sentía como uno. ¿Podía ser que ese era el origen principal de todos sus poderes? Aún había mucho que no descubrió de sí mismo y cada vez tenía más preguntas que se iban acumulando generando más confusión. Si él era originalmente un dios de allí, ¿cómo terminó en el mundo humano? ¿y cómo volvió o por qué? Aquellas preguntas que se había hecho noches atrás ahora eran más intensas que nunca.

Era noche cerrada, todo el imperio humano había sido puesto en guardia por un soplo por parte del imperio demoníaco sobre la situación del Rey Demonio donde se les pedía que, por cumplir con el tratado de paz que tenían, se les avisara de la posición de Nozomu a pesar de que no sabían dónde podría estar.

Claro está, el reino humano no confiaría en este tratado. Después de que las facciones encontraran a su campeón, el tratado se rompería una vez más para reiniciar la gran guerra que lo comenzó todo.

Había hecho algunos descubrimientos en sus habilidades, como la posibilidad de [Fusionar] ciertas habilidades para crear unas nuevas. Por ejemplo, cuando en la batalla contra el ejército de no muertos fusionó sus habilidades para duplicarse y poder controlar a su doble siendo imposible antes de controlar.

Pudo ver que fusionando [Ojo de Serpiente] con sus profesiones era capaz de determinar la calidad, probabilidad de éxito y deshechos raros que no eran más que objetos adicionales resultantes de la creación.

En la mazmorra estas profesiones le fueron útiles, ¿pero podrían ser usadas ahora? La batalla entre el pequeño grupo enviado por el reino demoníaco empezaría pronto según la información cedida por la araña que había enviado a sus pequeñas a reconocer el terreno.

Yun estaba sorprendido de la cantidad enorme de información que la red de inteligencia arácnida era capaz de reunir en tan poco tiempo.

― Escucha, no sé cuál es tu plan en quedarnos aquí de pie, pero posiblemente aquellas dos chicas vuelvan pronto. ¿Cuál será tu siguiente movimiento después de esto?

Yun sopesó que ahora mismo su posición estaba bloqueada. Después de las conversaciones que había obtenido de distintas fuentes sabía el estado político del reino Démico, en el reino Humano no podía volver con su forma original y tampoco podía entrar con su forma de Héroe: él mismo había creado la ilusión de dos campeones batallando delante de la capital humana.

― ¿Dónde podríamos encontrar más información sobre las mazmorras?

Gaemi torció los labios con duda. A veces, cuando hacía gestos inocentes su cara se volvía de lo más adorable.

― Ah... Pues no tengo ni idea. ¿Qué opciones tenemos?

― El reino démico está en estado político quebradizo. Intervenir sabiendo que hay una conspiración en otros países solo conseguirá que quede en desventaja la posición política y haya un asalto al poder.

― Pero tampoco podemos volver al reino humano, ¿no es así?

― Y al demoníaco...

Ambos se miraron cómplices. Haruka saltó con sus patas dando varios giros en el suelo como si fuera un animal de compañía esperando que Yun le rascara el abdomen.

― "¡Nosotras apoyar a amigo de Haruka!"

Unos chirridos horribles salieron de los colmillos empapados en veneno paralizante de Haruka y un montón de pequeñas arañas de poco tamaño empezaron a subir a los árboles cercanos.

Yun intuyó la jugada. Solo era cuestión de tiempo.

― Gaemi, sé que no nos llevamos bien pero... ¿Me prestarías tu fuerza esta vez?

El aprendiz de dios extendió la mano. Una sensación extraña recorrió la cabeza de Gaemi, ¿una sensación familiar? Un recuerdo del pasado. Una sonrisa escondida afirmó mientras le estrechaba la mano.

― Por esta vez te prestaré mi fuerza.

Su mente voló a los últimos pensamientos ocurridos durante las horas anteriores. Realmente Gaemi no parecía haber cambiado ni un ápice a pesar del momento extraño que ambos compartieron anteriormente.

En su interior, sintió que todo había sido un mal sueño y que nada cambiaría o en parte, así lo deseó. Su siguiente objetivo sería dirigirse al imperio demoníaco.

Necesitaban aliados y, siendo él el principal Rey Demonio, el imperio demoníaco era su mejor apuesta.

― ¿Cuánto tardaríamos a pie?

Gaemi se encogió de hombros. Aunque fuera una diosa caída, no tenía el conocimiento global del mundo. Para ella, "ese tipo de actos mundanos de conocimientos simples entre mortales" era solo una mera forma de hacerse mostrar ante sus creyentes.

Ni ella ni la mayoría de dioses tenían intención de conocer esas nimiedades.

Al fin y al cabo, su posición la ponía en otro plano de poder. Uno mucho más alejado de la realidad.

En su corazón, Yun tenía una extraña sensación de haber vivido esos momentos. Huir alejándose de una cruenta guerra que no parecía detenerse ante el paso de sus acciones y pisándole los talones cada vez más.

Su lista de enemigos no hacía más que crecer y en su lugar, sus aliados iban bajando en medida de lo posible.

He Yin esperó a su grupo. Cuando estuvieran todos juntos, partirían al reino demoníaco e ignorarían la batalla que podría ocasionar rodeando el lugar.

Una batalla que no estaba seguro de ganar era el principio de la derrota. Había que usar el genio estratégico para mantenerse con vida y estaba claro que allí no podía hacer gala de su increíble fuerza.

[Gran druida] no le ayudaría, [Rey demonio] era demasiado destructor y [Héroe] no heriría a inocentes.

Cada título estaba enlazado a un pecado capital y eso afectaba a su razonamiento cuando estaba en uno de ellos.

[Gran druida] era el orgullo.

[Rey demonio] era la ira.

[Héroe] era la soberbia.

Aún no estaba seguro de si realmente tendría más pecados capitales anexados a títulos, pero él deseó con todas sus fuerzas que avaricia, lujuria, gula y pereza no aparecieran por ningún lugar.

― Algo no está bien de todas formas. ¿Por qué enviarían un grupo de asalto contra mí el reino que requiere del poder del Rey demonio?

Yun se acarició la barbilla mientras dudosamente exploraba las respuestas posibles. ¿Un grupo de asesinos? ¿Quizás una red de capturadores para venderlo al enemigo? Ambas respuestas eran aceptables.

Su idea de evitar la batalla y dirigirse directamente al reino demoníaco era ahora más fuerte que nunca.

Necesitaba aliados y, aunque fueran aliados falsos, sería mejor que simplemente ir a la muerte contra el mundo.

Los dioses y los tres reinos estaban contra él de una forma u otra. Si su fuerza no bastaba, haría que su presencia lo hiciera. El reino humano ya contaba con el Héroe, el reino démico aún estaba en búsqueda del Gran druida.

Su mejor jugada sería acercarse al reino demoníaco y ofrecer sus servicios.

• • •

Después de presenciar cómo su creación funcionaba, Alyos saltó de alegría. Aunque había sido malherida en combate, su cerebro había empezado a adoptar la lógica de la habilidad [Transversal] que provocaba la invocación de cualquier organismo ya fuera uno vivo o inerte para ser utilizado como arma.

No por nada estaba clasificado como una habilidad dios, si ella creía que una botella de agua podía ser usada como arma, la habilidad haría gala de su increíble y ridículo poder e invocaría esa botella rellena del delicado líquido de la vida.

Solo podías imaginar la cantidad de auténticos horrores posibles de invocar.

[Transversal] se unía al cerebro de su objetivo para funcionar sin pronunciar hechizos. Una habilidad sacada directamente de los lóbulos neuronales que hacían gala de su increíble velocidad de invocación.

― ¿Lo ves hermano? No hay que preocuparse por nada, esa chica cumplirá bien con su objetivo. Lo que me preocupa es que descubra tu doble juego.

Alyos sonrió despreocupado mientras tomaba asiento en aquella silla creada de algún material translúcido con varios colores que tenuemente parecía filtrarse por los rincones con menos densidad.

― Transversal tiene su propio control de seguimiento. Esa chica no me traicionará si valora su propia vida.

La figura curvó los labios sorprendida.

― ¿Así que has pensado en todo? Eso solo hará que enfadar a Yun.

― Ese idiota ya no tiene poder aquí. Aunque al morir su maestro le proporcionara el alma de un creador, sigue siendo el imbécil más débil de todos. Si no conseguimos detenerle, todo este mundo será destruido.

La figura le puso una mano en el hombro y con ojos difíciles miró la escena donde Shizuku aún permanecía exhausta e inconsciente en el suelo.

― ¿Crees que esta vez tendrá éxito?

Alyos puso una mueca difícil de explicar.

― Si recupera el códice, sus memorias volverán. Cuando eso suceda, no podremos hacer nada para detener su ira.

Alyos recordaba el momento exacto en el que sellaron el alma de Yun. Se necesitó del sacrificio de incontables grandes invocadores del reino mortal para sellar sus creaciones malditas detrás de la zona del mundo detrás de ese muro de poder inaccesible.

El héroe, el rey demonio y el gran druida fueron quien sellaron el alma del [Dios de la destrucción, Yun Hanakawa].

Un ascendido por la ira. La muerte de su maestro hizo que las emociones que ellos consideraban una plaga le demostraran una nueva perspectiva del mundo. Mientras los dioses existieran, el reino mortal jamás sería libre según él.

Esta idea no solo fue repudiada por los demás dioses, sino que además fue una causa de herejía y aunque habían dioses que apoyaban ligeramente su idea, también fueron expulsados o sellados. La substitución de un dios nunca es algo fácil, pero es posible.

El más débil de los dioses estuvo a punto de conseguir su objetivo.

Solo que tres personas fueron capaces de detener su terrible avance, derrotar a su temible ejército y derrocar sus malvadas intenciones.

Los dioses cedieron un poder inhumano a estos tres seres que fueron ascendidos. [Gran druida] selló sus poderes relacionados con los elementos, [Rey demonio] selló sus poderes encargados de la invocación y las artes oscuras mientras que [Héroe] selló sus poderes divinos.

Aunque los dioses desconocían cómo escapó del reino onírico, siempre se supo que alguien le había ayudado a escapar.

Sus mentes siempre se dirigieron hacia Gaemi, la más influenciada por Yun pero jamás hubo pruebas que atestiguaran esa afirmación por lo que quedó en una acusación sin fundamento.

― ...Casi perdemos todo lo que hemos construido debido a ese idiota.

Alyos miró con furia la imagen de Shizuku.

― No permitiré que escape de nuevo. Nunca supe quién fue el traidor que llevó a Yun a otro mundo, pero juro que tarde o temprano los encontraré.

Su puño cerrado solo hacía que aumentar el agarre con la máxima fuerza que podía llegando incluso a dejar caer un hilillo débil de sangre que se filtraba por sus uñas.

― No permitiré que lo destruya todo.

(・ω・)ノ

¡Mis más sinceras gracias-!

Te-hee~☆ ♡ ♡

[FACEBOOK]

< Las notificaciones de los actos siempre son más rápidas en Facebook >

< ¡Si se comparte la novela, más rápido! >

Si os gusta mi trabajo, compartidlo por favor por Facebook, Google+... Sea donde sea, me hacéis muy feliz :)

¡Nos vemos en Myriad!

― ― ― ― ― ― ― ― ― ― ― ― ― ― ― 
« Acto XIII • Volúmenes • Acto XV »
― ― ― ― ― ― ― ― ― ― ― ― ― ― ―