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Vol 3. • Act II -2- •「Overgrowth Level」

Imagen pequeña del Vol. 3


<Acto número 2, volumen 3>







ACTO II: LA MANCHA DE UNA FLOR
<Acto número 2, Volumen 3>

De izquierda a derecha: 
Shizuku, Gaemi, Yun (Héroe Hiiro), Yun (Rey demonio Nozomu), Moku, Emi, Yukia y Yun (Gran Druida espiritual, Eris).

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El suelo frío absorbía con toda su furia el calor de la joven Shizuku desfallecida en un camino de tierra que guiaba a algún lugar desconocido. Los rayos del sol hacían mella en sus ojos notando la claridad en su piel, el dulce piar de las aves que volaban con libertad además del silbido joven del viento lograron levantar los pesados párpados de la chica.

Liberó un bostezo y se acarició la cabeza mientras con voz pastosa mugía intentando pronunciar palabras que no salían de forma clara. La primera visión de la chica no fue más que un paisaje natural, un páramo verde y liso, extenso como pocos y con algún que otro árbol que había crecido ajeno a los demás.

― ¿Ha...?

Su ropa había cambiado notablemente a una bastante extraña, su pelirrojo cabello brillaba con tanta fuerza que podría ser comparado con el mismísimo fuego del infierno y a medida que recuperaba las fuerzas para alzarse, el ligero mareo por haber sido transportada forzosamente asoló su mente con un impacto seco.

Su corazón palpitaba con prisa, su respiración empezaba a acelerarse en el momento en el que su cerebro se desperezó y tuvo la valentía de revisar sus alrededores. Sus ropas, ahora sucias, eran un claro aviso de que no era de allí. ¿Su ubicación? No la conocía, ¿su situación? aún nada nuevo.

Pasaron más de dos minutos en que la joven Shizuku miró el paisaje como intentando despertar del sueño que en un momento inició pero, tras esos dos minutos, su mente intentó calmarla pensando que "era uno de aquellos sueños donde todo podía pasar". Explicación burda, la misma que Yun optó por creer en sus primeros días.

― ¿M-mi cabeza ha creado todo esto...? Woah... ¡I-increíble.....!

Desperezándose, sus extremidades crujieron con un CRACK al estirarlas ligeramente y calmó su corazón a medida que iba creyéndose su propia mentira.

Hermosas praderas de verdes pastos y grandes llanuras a la lejanía. Montañas ocasionales por el Sur con algo de nieve en sus zonas más altas, árboles ocasionales y algún tipo de zona rocosa, el sol estaba en el punto más alto, indicando que sería mediodía. El camino de tierra parecía tener rastros de ruedas parecidas a las carretillas de madera que podría usar un comerciante para traer mercaderías de un lugar a otro.

A falta de un río que seguir, Shizuku tragó saliva y siguió ese pequeño camino que, eventualmente, la llevaría a su siguiente destino. Total, ¿qué podía perder? Un descanso así del mundo real solo ocurría una vez cada tanto tiempo así que decidió por disfrutar al máximo aquello.

La dulzura del viento que sacudía sus cabellos libres le creaba una sensación como la que jamás había sentido. Había viajado mucho gracias a que su familia no tenía problemas económicos además de que al ser una experimentada luchadora en la mayoría de artes marciales la llevó por todo el mundo, pero por más que había podido experimentar los diferentes aires de cambio en montañas, praderas, playas y desiertos, jamás había tenido una sensación de tranquilidad como aquella.

Era casi como... Magia, si Shizuku hubiera podido definirlo en un solo término. Su dulce vestido era mecido con suavidad por las ráfagas tranquilas que susurraban palabras preciosas, aunque ella no fuera capaz de descifrarlas.

Ahora con una sonrisa, pudo ver que el camino más brillante que hace unos segundos. Una sonrisa acompañada de un YOSH inició su travesía sin mayores problemas.

Paso tras paso, notaba como la ropa que en un principio no había notado ahora empezaba a molestarle ligeramente en las zonas más sensibles de una mujer debido al incómodo roce de las telas usadas: Un traje de dos piezas de color negro, los pantalones eran anchos para permitir una movilidad mayor y se unían a un par de sandalias de cuero parecidas a las que había visto en alguna película. Su parte superior era un top reducido que solo cubría una parte del estómago y la parte inferior de los senos, los brazos y la parte superior de los senos estaban unidos con unas redes parecidas a las de algunas medias que permitían transpiración, en el cuello, un pequeño conjunto de telas parecían ser algún tipo de collar, pero podía abrirse para cubrir su boca hasta la nariz y quedar oculta en ese punto, algo como una pequeña máscara.

El tiempo fue pasando, la joven chica no supo cuánto, quizás pasaran minutos, quizás pasaran horas hasta que el camino se volvió ruidoso y sus sentidos se alertaron por sonidos como los de una celebración a varios metros. Su oído era fino pero no tanto como para poder escuchar las voces, en su mente solo eran balbuceos como si un idioma inventado se tratara.

Poco a poco, el camino que iba haciendo curvas de aquí para allá reveló tras algunas arboledas un pequeño pueblo que podría ser confundido con una vieja aldea por la cantidad tan pobre de casas. Una sonrisa de alivio floreció del rostro de la chica mientras su ritmo se iba intensificando ligeramente.

Era un pueblo extraño, las casas estaban creadas con algún tipo de piedra enmohecida pero resplandeciente, los tejados circulares y arcos románicos no pertenecían a ninguna civilización que ella hubiera estudiado anteriormente, tampoco reconocía los símbolos grabados en ciertas rocas que parecían no tener mucha conexión entre ellos. Las calles del pueblo, casi abandonado, estaban llenas de piedras en forma hexagonal que se mantenían en buen estado en relación al resto del poblado.

― ...¿Será que está abandonado...? Pero creo haber escuchado voces aquí, no creo que esté volviéndome loca tan pronto.

― ¡¡⬛⬛⬛⬛ ⬛⬛⬛⬛⬛⬛!!

La voz, joven y tierna pertenecía a un pequeño niño de aproximadamente 7 años de edad. Shizuku no habría dado mayor importancia de no ser por el detalle de que el chico tenía orejas felinas y bigotes pequeños, una cola de leopardo que se movía a todas direcciones y unas ropas andrajosas que además de sucias parecían estar ya muy desgastadas.

― ¡-Hola! ¿Qué haces aquí pequeño?

Shizuku se agachó alargando la mano, pero el chico retrocedió con avidez y un rostro desconfiado. Cuando vio que la desconocida no se movía de su posición, fue acercándose poco a poco hasta estrechar su mano finalmente.

― ¿No hablas?

― ⬛⬛...

[Tu habilidad Lenguaje démico subió 1 punto]

― ¿Tus padres están por aquí?

― P⬛⬛á ⬛⬛ri⬛ ⬛u⬛⬛nt⬛ la ⬛e⬛e⬛⬛ó⬛ de l⬛ ca⬛⬛t⬛l...

Las respuestas en una lengua que no conocía ponían nerviosa a la chica, ¡¿quién dejaría a un niño tan pequeño a la merced de semejante pueblo abandonado?! Aunque le llamó la atención el aspecto físico del chico démico, no le prestó mayor atención con la excusa de ser un mundo creado a partir de su imaginación. Shizuku trató de acercarse a su hermano leyendo algunos mangas, novelas y algún eroge romántico por interés personal, mas por mucho que lo intentara jamás lo consiguió. Por esto, conocía varios de los términos de los mundos de fantasía y pensó que esto podía ser normal en su sueño.

El chico miró a todos lados nervioso y salió a escape tan rápido como pudo.

― ¡E-espera! ¡Ten cuidado!

Una mujer con el aspecto similar al del chico miraba desde la lejanía de una casa con desconfianza y algo de odio a la chica forastera. Shizuku no tardó en hacer contacto visual con la mujer de avanzada edad, los años la habían atropellado como un camión de tal forma que era difícil saber si realmente era ya una mujer o no, las arrugas habían torcido sus orejas doblándose hacia abajo, los bigotes caídos y la cara totalmente sucia indicaban que no parecía ser alguien que pudiera cuidar de su higiene personal.

― No debería estar aquí.

― ¿Cómo dice?

― Los forasteros humanos no son bien recibidos.

― Ha... Esto... Gracias por avisarme, supongo.

La chica hizo una pequeña reverencia de cortesía antes de seguir vagando por el pueblo fantasma, a pesar de que las casas estuvieran casi en ruinas, las puertas permanecían cerradas como si estuvieran recién construidas.

Shizuku pasó las manos por las rocas y acarició el musgo como si pudiera deducir la escena de aquél viejo pueblo con solo el tacto de la vegetación. A los pocos minutos de haber dado vueltas a través del pueblo, se podían oír voces otra vez. A diferencia de las anteriores, esta vez sí pudo escuchar la conversación.

― P⬛⬛ aq⬛í.

[Tu habilidad Lenguaje démico subió 1 punto]

― Vamos... ¿De verdad se cre⬛n que el Rey demonio ap⬛recerá en nuestro territ⬛rio? ¡Seguramente e⬛té muy lejos de aquí ya-!

[Tu habilidad Lenguaje démico subió 1 punto]

― ¿Crees que no lo sé? ¡Maldición, si ese grandísimo idiota no hubiera hablado de más no estaríamos ahora asignados a buscar entre piedras mohosas por alguien como él!

― ¿Es que quieres volver solo para ir a la casa de citas? ¡Hahaha!

― ¡¡A callar idiota!!

La cabeza de Shizuku dolía, casi tanto como cuando conoció a ese hombre de antes. En su retina podía notar que habían cruzado textos a gran velocidad pero pensó que solo era cansancio y no le dio mayor importancia.

― "¿Es que hay un Rey demonio vivo de verdad? Bueno, es mi sueño, puede pasar lo que yo quiera..."

― Como sea, ¿qué debemos buscar en este montón de piedras mohosas? Está todo en ruinas, prácticamente no hay nadie aquí ya, es por eso que queda excluido de la protección del reino principal.

― ¿Ahora vas a darme clases de historia? Cállate y ayúdame a tirar esta puerta abajo.

Por los ruidos, la joven intuyó que estarían en uno de los callejones que habría a mano derecha desde su posición. Las calles eran estrechas y con dificultad podría pasar un carro pequeño, pero suficientemente anchas como para poder coger un poco de carrerilla y tirar una puerta abajo si fuera necesario. Curiosa a su vez que interesada, se asomó poco a poco a través de la esquina del callejón hasta que pudo hallar las dos sombras equipadas con lanzas y una rodela.

El casco impedía ver muy bien su físico, pero parecía ser el mismo tipo de gente que había visto anteriormente pero con rasgos de algún tipo de topo con nariz alargada y dientes que sobresalían horriblemente de su boca.

En un descuido, Shizuku no pudo evitar soltar un ruido de asco. El sonido no fue difícil de identificar por los dos guardias que se giraron en seco.

― ¡Alto, se ordena!

― "Maldición... ¿Quiénes son estos seres...?"

Los chicos corrieron rápido en dirección a Shizuku la que se sobresaltó al ver la velocidad a la que reaccionaron y cayó con el trasero con un sonido seco. Las lanzas apuntaban sin piedad a la chica y, al ver el aspecto físico tan raro, se miraron desconcertados. Tragando saliva, los chicos gritaron algún tipo de hechizo y las lanzas brillaron con una fuerza extraña antes de lanzar lo que parecía algún tipo de flecha lumínica en su dirección.

Por reflejo, la chica rodó por el suelo hacia atrás y se plantó de pie como buenamente pudo.

― ¡¿Es que estáis locos?!

De pie, sus sugerentes pechos temblaron tímidamente debido a la chica sacudiéndose el polvo de encima, los dos hombres miraron sin perder detalle las dos montañas cubiertas con baba en sus labios goteando. Una visión repugnante digna de olvidar, sobretodo para alguien que ya había sufrido algo similar.

Los dos soldados se retiraron el casco y sonrieron a la par.

― Discúlpenos. Verá, somos guardias de la capital y necesitábamos comprobar que no venía a hacer daño a los pueblerinos.

― ¡Eso es! De todas formas, no es de por aquí ¿verdad? Si necesita ayuda, podemos guiarla hacia la capital, allí podría pedir algún tipo de ubicación y...

― No no, no será necesario, yo ya me iba en realidad.. Aunque lo de la capital suena estupendamente.

El hombre rápidamente insistió.

― Por favor, es lo mínimo que podemos hacer...

Se negó nuevamente, algo en ella no le permitía fiarse de ningún hombre. Aunque fuera en sus sueños, solo habían dos personas en las que confiaba siempre y así sería.

Los soldados suspiraron y con una sonrisa decepcionada carraspearon.

― Nosotros nos iremos pero si desea acercarse a la capital, por favor debería seguir el camino de la salida Norte, justo al lado del edificio de libros. Buena suerte.

Y sin más, los dos hombres abandonaron la zona aunque no sin en el proceso hablar de las exuberantes montañas carnosas de la chica. El fino oído de Shizuku escuchó un pequeño fragmento de la conversación que cada vez se hacía más débil.

Le dolía el estómago. El corazón se le detenía por momentos recordando el momento en el que casi pierde algo preciado para ella.

7 años atrás, el profesor de música de Shizuku le pidió que le ayudara a recoger el aula después de clases. Confiaba en él, y él se aprovechó de esto para tratar de hacer suya a su joven alumna. Shizuku recordaba las ropas rasgadas por la codicia, su ropa interior danzando por los tobillos y aquella cosa a escasos centímetros de quitarle su infancia.

Ojos rojos por las lágrimas, muñecas inflamadas por las ataduras, la locura por el placer del hombre de alta edad que casi consigue arrebatarle lo más preciado. La suerte del momento hizo que su hermano fuera a buscarla, algo común en él de joven hasta que cambió radicalmente por este incidente. Al abrir el aula, encontró al profesor con los pantalones bajos apretando la cadera de la chica preparando su ataque. El sonido hizo que ambos se giraran. La visión era horrible.

Yun tragó saliva ante la escena. El profesor lo entendió, si ese niño salía de allí, su vida se terminaría, así que aún con la ropa inexistente corrió hacia la puerta para tratar de silenciar al niño.

Aunque Yun trató de correr para buscar ayuda, en aquél centro solo estaban ellos tres y el encargado de la limpieza. Cuando el profesor consiguió atrapar al chico, su voz solo podía decir "será rápido, será rápido". Sus fuertes manos apretaron el cuello del niño y poco a poco podía notarse como el joven dejaba el mundo de los vivos para unirse a la marcha de la muerte.

Shizuku se retorció de mil formas intentando deshacerse de las ataduras, tras varios forcejeos lo consiguió y corrió como jamás lo hizo hacia el pasillo donde se llevaba a cabo el ataque. El resultado la dejó pálida: el profesor yacía en el suelo muerto, su cabeza había sido golpeada numerosas veces contra el suelo con tanta ira que podían verse partes que se ocultan tras el hueso del cráneo.

Shizuku miró horrorizada a su hermano menor. Yun miró el cadáver, después a su hermana y con una pequeña lágrima y unas horribles marcas en el cuello, se desmayó.

Desde ese día, decidieron no decir nada a nadie. Aunque la policía les habría tachado de inocentes, ellos vivieron con el miedo de ser descubiertos. La policía cerró el caso como no resuelto, robo con homicidio como resultado.

Desde ese día, Yun murió por dentro y con él, la confianza en los hombres que Shizuku tenía. Para ella solo existía un hombre en el mundo, aquél que hizo lo impensable, una atrocidad por ella.

Casi sin darse cuenta, estaba sudando y le costaba respirar. Aún tenía pesadillas por las noches sobre aquello y la pérdida de Yun no ayudó a que su situación mejorara. Gracias a su hermano, ella aún es pura, pero gracias a ella, su hermano perdió su infancia en aquél mismo momento al ser casi ahogado por un profesor y haber matado a alguien por salvarse.

Mientras se perdía en todos estos pensamientos, el pequeño niño leopardo de antes tiró de su mano con una cara difícil de explicar para llamar su atención.

― G-gracias. ¿Estás bien, desconocida-san?

― Sí, perdona si te he asustado pequeño.

― Yo no soy pequeño, ¡soy todo un guerrero! ¡roaaar!

Aquello le hizo sentir un poco mejor, aunque aún seguía con esa incómoda sensación en lo más profundo de su pecho.


COMENTARIO DEL AUTOR
[KAMI-SAMA, IRIZU-SAN O IRIZU-SENSEI]
Ta-daaan. Trabajando en el Vol. 2...

COMENTARIO DEL EDITOR
[PHOENIX]
84 años después, pienso quemar tu casa contigo dentro, he visto por facebook que tienes actividad diaria pero nula en la página del grupo, gururururu a mí no me puedes engañar!

(ω)ノ

¡Mis más sinceras gracias-!

Te-hee~☆ ♡ ♡


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¡Nos vemos en Myriad!


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Vol 3. • Act II -2- •「Overgrowth Level」 Vol 3. • Act II -2- •「Overgrowth Level」 Reviewed by Irizu-san on 23:23 Rating: 5

1 comentario

¡Yahooo~☆! Agradezco mucho tu comentario~♡♡ Todos son leídos y contestados en menos de 1 día, Te-hee~☆ ♡♡

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